Los nuevos biosensores de Scentian Bio combinan receptores olfativos de insectos sintetizados e IA para interpretar rápidamente señales y analizar y medir compuestos químicos para el diagnóstico de la calidad de los alimentos y la salud humana.
Beneficios
- Medir la calidad de los alimentos
- Reduce el desperdicio de alimentos
- Detectar enfermedades humanas de forma temprana
Aplicaciones
- Comida de Calidad
- Agricultura sostenible
- Salud humana
Objetivos de desarrollo sostenible de la ONU abordados
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Objetivo 2: Hambre Cero
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Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
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Objetivo 12: Producción y Consumo Responsables
El Desafío
La necesidad de tecnologías de detección química más rápidas y precisas abarca una amplia gama de industrias. Por ejemplo, la tecnología actual para las pruebas de calidad de los alimentos es costosa, lenta e ineficaz para identificar concentraciones bajas de compuestos clave que se necesitan para garantizar la calidad de los ingredientes. En la agricultura sostenible, la detección oportuna y precisa de plagas es necesaria para minimizar el impacto ambiental. En el ámbito de la atención sanitaria, se requieren herramientas de diagnóstico tempranas y no invasivas para identificar enfermedades a través de marcadores químicos sutiles en el cuerpo. Estos desafíos son comunes a cualquier industria que dependa de la detección química precisa y en tiempo real para abordar ineficiencias y mejorar los resultados en materia de salud y medio ambiente.
Modelo biologico
Los insectos perciben el mundo a través del olfato, utilizando receptores olfativos altamente sensibles, que evolucionaron hace más de 400 millones de años. Estos receptores, ubicados en sus antenas, les permiten detectar una amplia gama de sustancias químicas en su entorno. A diferencia de los receptores de los mamíferos, los receptores de los insectos pueden unirse a muchas moléculas diferentes. Este enfoque "combinatorio" significa que un pequeño número de receptores puede reconocer miles de compuestos químicos diferentes. Una vez que una molécula de olor se une a un receptor, desencadena una señal eléctrica que se envía al cerebro del insecto, donde se procesa la información, lo que lo ayuda a orientarse, encontrar comida, pareja y comunicarse con otros.
Detalles de la innovación
Inspirándose en los sistemas olfativos de los insectos, Scentian Bio desarrolló biosensores que desvelan la información química del mundo que nos rodea. Su solución de biosensores combina hardware físico con una solución de inteligencia artificial digital, emulando la red neuronal del sistema olfativo de un insecto para interpretar señales y ofrecer a los clientes un perfil detallado y preciso de los compuestos químicos en tiempo real.
El componente físico de su innovación es una pequeña “celda de flujo” portátil que utiliza la dinámica de los fluidos a escala microscópica para suministrar una muestra líquida a sus receptores inspirados en insectos. Los receptores procesan y comunican la información con el componente de IA digital a través de señales eléctricas, que luego interpreta y traduce la información en resultados simples para el cliente (por ejemplo, un resultado de control de calidad o una alerta por un residuo no deseado).
El equipo de Scentian Bio continúa desarrollando su tecnología de plataforma para identificar los mejores receptores para objetivos determinados con el fin de adaptar su funcionalidad a necesidades e industrias específicas.
El factor humano
El camino de Andrew Kralicek hasta la fundación de Scentian Bio comenzó con una fascinación por las proteínas, las incansables moléculas que organizan la vida en los sistemas vivos. Mientras vivía en España, se fascinó por los insectos y su extraordinaria capacidad para navegar por el mundo a través del olfato. Se maravilló de cómo estas diminutas criaturas utilizan un repertorio limitado de proteínas receptoras del olfato (que se cuentan entre decenas y cientos) para detectar y decodificar millones de señales volátiles. Esta brillantez biológica permite a los insectos polinizar los cultivos, descomponer la materia orgánica y equilibrar los ecosistemas como depredadores y presas.
Inspirado por este delicado pero poderoso sistema natural, Andrew regresó a Nueva Zelanda, ansioso por profundizar en estos receptores en el laboratorio. Su objetivo inicial era desarrollar formas de controlar las plagas agrícolas que amenazan la seguridad alimentaria y los ecosistemas. Pero mientras trabajaba, se le ocurrió una idea innovadora: ¿qué pasaría si estos receptores naturales pudieran aprovecharse y colocarse en un biosensor? ¿Y si pudieran detectar olores característicos (como los débiles rastros químicos de enfermedades) que los humanos y las tecnologías existentes no pueden percibir?
Esta idea se convirtió en la base de Scentian Bio, una empresa que redefine la forma en que percibimos el mundo. Con la visión de Andrew, el equipo de Scentian Bio está creando una plataforma de sensores disruptiva que emula el sistema olfativo de los insectos, expandiendo los límites de la percepción humana y ofreciendo soluciones innovadoras para la atención médica, la agricultura y más allá.
Ray of Hope Acelerador
Los Ray of Hope Acelerador apoya una cohorte anual de diez nuevas empresas de alto impacto inspiradas en la naturaleza que representan varios sectores y regiones que abordan los mayores desafíos ambientales y de sostenibilidad del mundo. El acelerador se basa en años de experiencia como Ray of Hope Prize (2020-2023), que se creó en honor a Ray C. Anderson, líder empresarial y de sustentabilidad y fundador de Interface, Inc. Scentian Bio Limited participó en el 2024 Ray of Hope Acelerador.
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