Los órganos del tímpano de las polillas pueden "escuchar" el biosonar de los murciélagos y desencadenar respuestas conductuales.

Introducción

Casi todas las especies en la Tierra caen en la categoría de depredador o presa, algunas caen en ambas. Una batalla de ingenio determina quién gana: el que necesita comer o el que no necesita ser comido. La evolución ha refinado las estrategias de los murciélagos comedores de insectos y sus presas polillas hasta el punto en que lo que alguna vez se percibió como una ventaja para los murciélagos puede considerarse su perdición en este caso.

Los murciélagos que se alimentan de insectos usan biosonar para detectar a sus presas en el aire, mientras que las polillas han desarrollado la capacidad de escuchar a los murciélagos que se acercan a ellas. La audición excepcional ha sido útil para las estrategias reproductivas y de evitación de depredadores entre las especies nocturnas. Millones de años de presión de depredación de los murciélagos sobre insectos voladores nocturnos como las polillas han resultado en su mayor conciencia acústica.

La estrategia

Los murciélagos, sin darse cuenta, advierten a las polillas de su aproximación a través de sus propios esfuerzos por localizar a su presa. Obtienen la información que necesitan sobre la ubicación de su presa a partir de cómo y cuándo sus señales de biosonar se repiten después de alcanzar su objetivo. Las polillas pueden evitar con éxito a los murciélagos que se aproximan en la oscuridad al escuchar sus chirridos antes de que los ecos reboten en las polillas y regresen a los murciélagos.

Las señales de sonido de baja frecuencia son detectadas por los pelos receptores de una polilla, mientras que los órganos del tímpano detectan señales de alta frecuencia. Como tal, las frecuencias ultrasónicas del biosonar de murciélago, que van desde 20 a 200 kHz, se detectan con los órganos del tímpano, que se encuentran en varios lugares del cuerpo, según la familia. La mayoría de las polillas solo pueden detectar frecuencias que cubren una parte del rango del biosonar del murciélago (20 a 50 kHz), pero algunas polillas pueden escuchar frecuencias de más de 200 kHz.

Al igual que los timbales de una orquesta, los órganos timpánicos consisten en una membrana que cubre un saco de aire. El saco, a su vez, está unido a células sensoriales que traducen las vibraciones en una señal neuronal, que luego se procesa y desencadena la respuesta conductual adecuada. Los órganos del tímpano son tan útiles que han evolucionado de forma independiente en múltiples familias de polillas.

Las posibilidades

Este tipo de detección de sonido distribuido y dirigido por frecuencia podría ser útil para dispositivos médicos como audífonos. También podría ser útil para el desarrollo de sensores en general, mejorando los sistemas de seguridad en la propiedad, la prevención de colisiones para vehículos o el monitoreo de la vida silvestre.

Última actualización el 1 de enero de 2022