Con rapidez y regularidad, el larváceo gigante construye un albergue de mucosidad que es capaz de filtrar grandes cantidades de agua.

Introducción

El larváceo gigante es una de las muchas criaturas que habitan en medio del océano y que tienen la capacidad de crear un albergue hecho con su propia mucosidad. Tanto el larváceo como su hogar son delicados y transparentes: el larváceo tiene forma de renacuajo y su mucosidad es una estructura hermosa, flotante y con apariencia de medusa que envuelve el cuerpo del larváceo. Además de proteger al larváceo, su casa sirve para recolectar y filtrar su comida. Las casas pueden llegar a ser mucho más grandes que los larváceos, algunas llegando a medir más de un metro (39 pulgadas) de ancho. Por más elegantes y complejas que sean, las casas de mucosidad son desechadas y rehechas diariamente. Sin embargo, es un misterio cómo los larváceos gigantes pueden construir sus casas con tanta rapidez.

La estrategia

El filtro de comida, construido con estructurales en combinación con , se ubica en la parte interior de la casa. El agua fluye de la parte exterior de la casa hacia esta sección a través de dos puntos de entrada, filtrada a medida que entra, y luego llega a la cámara en donde habita el larváceo. El larváceo bate su cola para dirigir el agua hacia otro filtro que concentra alimentos del tamaño correcto o hacia un procesador de desperdicios que desecha la comida que no es del tamaño correcto a la parte de afuera de la casa. Desde el segundo filtro, la comida que es del tamaño perfecto sube directamente a la boca del larváceo. Aunque el larváceo gigante puede parecer quisquilloso para comer, su dieta consiste de partículas de comida que varían en tamaño: desde bacterias tan pequeñas que solo se pueden ver con un microscopio hasta microzooplancton que se puede ver a simple vista.

Las posibilidades

La diversidad de la dieta del larváceo gigante hace que este espécimen sea un eslabón importante en las redes alimenticias del mar. Además, su habilidad de bombear agua es crítica para el movimiento de las partículas a través de las columnas de agua. Los larváceos gigantes pueden filtrar agua con más rapidez que cualquier otro filtro alimentador de zooplancton. Cuando sus excrementos y sus casas son descartadas y se hunden al fondo del mar, llevan consigo alimentos y partículas de plástico.

Es increíble que una estructura como esta pueda construirse de la mucosidad producida del propio cuerpo del larváceo. ¿Cómo podríamos mejorar nuestros propios sistemas de filtración artificiales, imitando o basándonos en este proceso orgánico, sostenible y natural?

Última actualización 8 de marzo de 2021