La corbomicina de las bacterias del suelo se une a las paredes celulares para evitar que las bacterias se dividan.
Las bacterias son células diminutas que pueden ingresar al cuerpo humano y causar infecciones que enferman a los humanos. Para mejorar, el cuerpo necesita matar o detener el crecimiento de estas bacterias. Los médicos administran medicamentos llamados antibióticos para ayudar al cuerpo a eliminar una infección. La penicilina es un antibiótico común que se usa a menudo para detener el crecimiento de bacterias. Lo hace evitando que la bacteria construya una pared celular, lo que dificulta su crecimiento y reproducción. Sin embargo, las bacterias pueden generar resistencia o desarrollar una defensa contra los antibióticos. Esto hace que el antibiótico sea menos efectivo para matar las bacterias.
Actualmente, los humanos están abusando de los antibióticos y, como resultado, hay más bacterias resistentes a los antibióticos. La penicilina y otros antibióticos de la misma familia se están volviendo menos efectivos para matar bacterias. Por lo tanto, los científicos deben encontrar un nuevo tipo de antibiótico que detenga el crecimiento de bacterias de otras formas. Un enfoque actual es interrumpir la división celular, lo que evita que las bacterias puedan dividirse.
Para que las bacterias crezcan, primero deben reproducirse. Lo hace dividiéndose en dos células hijas que tienen el mismo ADN. Para que la célula se divida, una enzima especial llamada autolisina tiene que unirse a la pared celular y romperla. Una vez que se rompe la pared celular, las células pueden dividirse. Si la autolisina se interrumpe o no funciona correctamente, las células no pueden dividirse.
corbomicina es un compuesto que se encuentra en las bacterias del suelo. Funciona adhiriéndose a la pared celular bacteriana y evitando que la autolisina se una. Como resultado, las células bacterianas no pueden dividirse y quedan esencialmente “atrapadas” dentro de sus propias paredes celulares. Eventualmente, las bacterias mueren, deteniendo la infección. Los científicos han utilizado la corbomicina como antibiótico para las bacterias que son resistentes a otros antibióticos y han descubierto que puede matar eficazmente a esas bacterias. Esto nos da una nueva arma en nuestra lucha contra las infecciones bacterianas.
