Los granos de polen de las plantas con flores están protegidos gracias a una corteza exterior estable y resistente a la putrefacción.
Proteger de hongos
Los hongos, que incluyen mohos y hongos, entre otros, juegan un papel importante en todos los ecosistemas, pero también pueden crear enfermedades en plantas y animales. Los hongos pueden reproducirse rápidamente, por lo que los sistemas vivos deben defenderse de ellos temprano para evitar su propagación y daño físico potencial. Los sistemas vivos utilizan estrategias tanto físicas como químicas para protegerse de los hongos y deben asegurarse de que estas estrategias no dañen al propio sistema vivo amenazado. Por ejemplo, la piel de una calabaza tiene proteínas antimicóticas para prevenir el crecimiento de hongos sin dañar la calabaza misma.
Proteger de microbios
En los sistemas vivos, los microbios desempeñan funciones importantes, como descomponer la materia orgánica y mantener la salud personal y del sistema. Pero también representan amenazas. Las bacterias pueden ser patógenos que causan enfermedades. Algunas bacterias crean colonias llamadas biopelículas que pueden cubrir superficies, reduciendo su eficacia, por ejemplo, inhibiendo la capacidad de fotosíntesis de una hoja. Los sistemas vivos deben tener estrategias para protegerse de los microbios que causan enfermedades o se vuelven tan numerosos que crean un desequilibrio en el sistema. Al mismo tiempo, los sistemas vivos deben continuar viviendo en armonía con otros microbios. Algunos sistemas vivos matan microbios. Otros repelen sin matar para reducir las posibilidades de que los microbios se adapten a la estrategia letal y se vuelvan resistentes a ella. Por ejemplo, algunas plántulas de guisantes exudan una sustancia química que inhibe la acumulación de biopelículas.
Proteger del exceso de líquidos
Si bien el agua es esencial para la vida, demasiada agua u otros líquidos pueden abrumar los sistemas vivos. El exceso de líquidos puede, por ejemplo, disminuir el acceso de un sistema vivo al oxígeno, promover el crecimiento excesivo de bacterias u hongos, o eliminar la tierra y los nutrientes. Para evitar la acumulación de líquidos en exceso, los sistemas vivos deben controlar el movimiento de los líquidos a través de sus límites o superficies. Lo hacen utilizando materiales o estructuras impermeabilizantes, ralentizando el flujo y/o facilitando el flujo para alejar el líquido. Las hojas de las plantas, por ejemplo, suelen tener superficies cerosas compuestas de productos químicos que repelen el agua para evitar que el agua llene las hojas o facilite el crecimiento de bacterias y hongos.
Plantas
Phylum Plantae ("plantas"): Angiospermas, gimnospermas, algas verdes y más
Las plantas han evolucionado utilizando estructuras especiales dentro de sus células para aprovechar la energía directamente de la luz solar. Actualmente hay más de 350,000 500 especies conocidas de plantas que incluyen angiospermas (árboles y plantas con flores), gimnospermas (coníferas, gingkos y otras), helechos, antocerotes, hepáticas, musgos y algas verdes. Si bien la mayoría obtiene energía a través del proceso de fotosíntesis, algunos son parcialmente carnívoros y se alimentan de los cuerpos de los insectos, y otros son parásitos de plantas que se alimentan completamente de otras plantas. Las plantas se reproducen a través de frutos, semillas, esporas e incluso asexualmente. Evolucionaron hace unos XNUMX millones de años y ahora se pueden encontrar en todos los continentes del mundo.