Navegar a través de líquido
Los sistemas vivos que se mueven en líquidos deben sortear obstáculos físicos y encontrar su camino de un lugar a otro para localizar recursos o climas adecuados. Muchos líquidos son más densos que el aire, lo que significa que es un medio más denso a través del cual deben pasar las señales. Por otro lado, los líquidos tienden a conducir mejor algunas señales que el aire o los sólidos. Los habitantes de los líquidos deben utilizar estrategias que les permitan detectar y seguir señales en este medio denso. Por ejemplo, la electricidad se transmite bien en el agua y varios organismos, como las anguilas eléctricas del Amazonas, tienen órganos que detectan y usan señales eléctricas para navegar.
Modificar Posición
Muchos recursos que los sistemas vivos requieren para sobrevivir y reproducirse cambian constantemente en cantidad, calidad y ubicación. Lo mismo ocurre con las amenazas a las que se enfrentan los sistemas vivos. Como resultado, los sistemas vivos tienen estrategias para mantener el acceso a recursos cambiantes y para evitar amenazas cambiantes ajustando su ubicación u orientación. Algunos sistemas vivos modifican su posición moviéndose de un lugar a otro. Para aquellos que no pueden cambiar de ubicación, como los árboles, modifican la posición moviéndose en el lugar. Un ejemplo de un organismo que hace ambas cosas es el camaleón. Esta criatura puede moverse de un lugar a otro para encontrar comida o escapar de los depredadores. Pero también puede permanecer en un lugar y girar los ojos para proporcionar una vista de 360 grados para que pueda cazar sin asustar a su presa.
Gestionar la turbulencia
Una fuerza turbulenta ocurre cuando el aire o el agua crean un movimiento caótico o irregular. La fuente puede ser cosas como el viento, las olas y los remolinos causados por obstrucciones al flujo de aire o agua (como el creado por una roca en un arroyo). Debido a que la fuerza es irregular, actúa de manera impredecible en múltiples partes de un sistema vivo en un momento dado, disminuyendo la eficiencia del sistema vivo. Las estrategias utilizadas para manejar la turbulencia incluyen amortiguar la cantidad de turbulencia, tener flexibilidad para manejar cambios repentinos y hacer ajustes rápidos. Un ejemplo es la mucosidad de los organismos acuáticos, como los tiburones barracuda, que pueden reducir la fricción turbulenta del agua de mar en un 66 %. Al hacerlo, disminuye la resistencia y aumenta la eficiencia de natación de los tiburones.
Mover en/sobre Líquidos
El agua no solo es el líquido más abundante en la tierra, sino que es vital para la vida, por lo que no sorprende que la mayoría de la vida haya evolucionado para prosperar sobre y debajo de su superficie. Moverse eficientemente dentro y sobre esta sustancia densa y dinámica presenta desafíos y oportunidades únicos para los sistemas vivos. Como resultado, han desarrollado innumerables soluciones para optimizar la resistencia, utilizar la tensión superficial, ajustar la flotabilidad y aprovechar varios tipos de corrientes y dinámicas de fluidos. Por ejemplo, los tiburones pueden deslizarse por el agua al reducir la resistencia debido a su forma aerodinámica y las características especiales de su piel.