Los chorlitejos fingen tener un ala rota para alejar a los depredadores de su nido y proteger a sus crías.

Introducción

El mundo natural está lleno de organismos con trucos bajo la manga: insectos que engañan a los depredadores con su camuflaje, gatos monteses que imitan las llamadas de los monos bebés para atraer presas y muchos otros. Las aves playeras posiblemente podrían encabezar la lista de las criaturas más inteligentes, debido en parte a un comportamiento de distracción muy peculiar que exhiben para alejar a los depredadores de sus nidos.

La estrategia

Los chorlitos, como el chorlitejo silbador y el chorlitejo de Wilson, son aves pequeñas, del tamaño de un gorrión, que viven a lo largo de las costas y hacen sus nidos en las playas de arena. Estos no son nidos como los que encontrarías tejidos en un árbol, sino simplemente pequeñas depresiones en la arena, a veces escondidas entre pastos ligeros pero otras veces completamente al aire libre, en cualquier caso, extremadamente vulnerables a los depredadores.

 

Piping plover sitting on top of its eggs on the beach
Imagen: Byrne Bill/USFWS / Dominio público - Sin restricciones

Los nidos de chorlitos silbadores están al aire libre en la playa; para evitar la depredación, confían en que sus huevos estén camuflados para que parezcan rocas en la playa

Wilson’s plover standing on a sandy beach
Imagen: Dick Daniels / Wikipedia / CC BY SA - Reconocimiento de Creative Commons + ShareAlike

Los chorlitejos de Wilson son una de las dos especies de aves que exhiben el comportamiento de exhibición de alas rotas para alejar a los depredadores de su nido.

La principal protección de los huevos es el camuflaje: tienen un color marrón grisáceo moteado y parecen rocas en la playa. Sin embargo, para evitar que los intrusos se acerquen demasiado, los padres de los chorlitejos exhiben una variedad de comportamientos de distracción llamativos, el más notable de los cuales se llama "exhibición de alas rotas".

En este escenario, cuando se acerca un depredador potencial, el chorlito avienta la cola, grazna con fuerza y ​​aletea y arrastra las alas mientras avanza por el suelo. Pintando la imagen de un pájaro herido, el chorlito cojeará durante decenas o cientos de metros mientras el observador/depredador lo sigue. Una vez lejos del nido, el pájaro despegará repentinamente y se irá volando, claramente ileso.

El efecto es tan convincente que plantea la pregunta de si se trata de una respuesta automática e incontrolable (como las zarigüeyas que fingen estar muertas) o de una actuación magistral e intencional.

Los investigadores probaron la exhibición de alas rotas de los chorlitos para ver si tenía la consistencia y la eficacia de un comportamiento intencionado. Se realizaron cuarenta y cinco ensayos, en los que una persona se acercó al nido de un chorlito desde varias direcciones. En 44 de estos 45 ensayos, la dirección de la exhibición del chorlito fue tal que el intruso fue alejado del nido. Además, los chorlitejos se posicionaron constantemente más cerca de los intrusos y más centrados en su campo de visión antes de comenzar sus exhibiciones. Las fotografías y los videos muestran que a medida que las aves realizan la exhibición de alas rotas y se alejan del intruso, vuelven repetidamente la cabeza bruscamente hacia atrás sobre sus hombros, presumiblemente para ver si la distracción está funcionando.

Los investigadores también realizaron ensayos en los que los investigadores que se hacían pasar por intrusos no siguieron al pájaro que se mostraba o dejaron de seguirlo después de una corta distancia. En el 55% de estos casos, los chorlitejos detuvieron sus exhibiciones y volaron o caminaron más cerca de los intrusos; en el 29% de los casos, las aves continuaron con sus exhibiciones, a veces aumentando su intensidad con graznidos más fuertes y aleteos más vigorosos.

Las posibilidades

Los seres humanos ya hacen un uso extensivo de señales falsas para protegerse unos a otros o proteger nuestros activos. A medida que investigamos los matices de las actuaciones de distracción de los chorlitos, podríamos descubrir y aplicar técnicas de adaptación para hacer que tales demostraciones sean más efectivas o versátiles.

En un nivel básico, esto podría implicar el desarrollo de "espantapájaros" mecánicos más elaborados para proteger los cultivos y los aviones de la actividad perjudicial de las aves.

Pensando de manera más amplia, se podrían encontrar aplicaciones para mejorar las estrategias de defensa digital que trabajan contra el software malicioso.

Última actualización 8 de abril de 2022