La intensidad de la luz concentra hormonas que alteran los niveles de agua en las células y hacen que las plantas se inclinen hacia la fuente de luz.

Introducción

Puede parecer que las plantas no llevan vidas tan complejas como las de los animales, especialmente porque no pueden moverse mucho del lugar donde han brotado. Sin embargo, han encontrado muchas formas en torno a su estilo de vida inmóvil para reproducirse, competir con otras plantas por los recursos, adaptarse a su entorno y evitar o defenderse de los herbívoros.

Si bien no pueden reubicarse, las plantas pueden alterar su estructura en respuesta a los cambios en su entorno: este cambio de parte o la totalidad del organismo se denomina tropismo. Los diversos tipos de tropismos incluyen el gravitropismo (que reacciona a la gravedad), el tigmotropismo (que reacciona al contacto físico), el fototropismo (que reacciona a la luz) y el heliotropismo (que crece o cambia de forma en respuesta específicamente a la luz solar). Un ejemplo de esto es una flor que se abre, se cierra y/o se orienta en diferentes momentos del día según cuándo sale el sol y dónde está.

El heliotropismo requiere cierto uso de energía, pero vale la pena el esfuerzo para las plantas porque les ayuda a obtener mucha más energía que necesitan para seguir creciendo, mantener temperaturas ideales y atraer polinizadores.

La estrategia

El tropismo de todo tipo funciona porque las señales ambientales desencadenan una respuesta hormonal que hace que las células de la planta crezcan o se expandan, algunas más rápido que otras. La planta se redirige con el tiempo a medida que sus tejidos responden a estas señales ambientales.

Las auxinas son una clase de hormonas que se sabe que están involucradas en la respuesta de una planta a la luz. Se produce un aumento en los niveles de auxina en la parte de la planta que recibe menos luz, lo que resulta en el alargamiento de las células en esas áreas a través de un debilitamiento de la pared celular rígida y un aumento en la ingesta de agua de la célula. Esta respuesta alcanza el nivel de tejido cuando muchas células se han expandido en el lado sombreado de la planta. La planta puede continuar orientándose en la dirección en la que crece, cambiar su orientación para alinearse con la luz solar u orientarse en un ángulo con la luz solar si hay otros aspectos de su entorno que le impiden alinearse perfectamente con el sol.

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Las posibilidades

Nuestro conocimiento del heliotropismo, junto con otras formas en que las plantas se mueven y orientan, puede servir como base para el desarrollo de estrategias de manejo de cultivos y tecnologías biomecánicas.

Inspirándonos en el heliotropismo vegetal puede ayudarnos a desarrollar tecnologías más sostenibles para aprovechar la energía solar, a través de la ingeniosa estrategia de seguir al sol sin arrancar de raíz. Ya inspiró la creación de paneles solares autodirigidos que utilizan robots suaves hechos de materiales que se doblan y se mueven con los cambios en la presión del agua para mirar hacia el sol y absorber y almacenar la mayor cantidad de luz posible.

Si bien las respuestas de una planta a una miríada de señales ambientales son difíciles de separar, el tropismo se reduce a una adaptación relativamente rápida al medio ambiente de acuerdo con las necesidades de la planta. A gran y pequeña escala, eso abre innumerables caminos para la inspiración humana.

Última actualización 8 de marzo de 2021