Los pulmones de las ballenas expulsan aire de manera eficiente a través de poderosas exhalaciones.
“La dependencia de los mamíferos del aire para respirar debe considerarse una verdadera desventaja en el agua, pero la ballena ha minimizado el problema al respirar incluso de manera más eficiente que la mayoría de los mamíferos. El hombre solo elimina alrededor del 15% del aire de sus pulmones con una respiración normal. La ballena, en una de sus exhalaciones rugientes y escupiendo, se deshace de alrededor del 90% del aire gastado. Como resultado, solo tiene que respirar a intervalos muy largos. También tiene en sus músculos una concentración particularmente alta de una sustancia llamada mioglobina, que le permite almacenar oxígeno. Es este constituyente el que le da a la carne de ballena su característico color oscuro. Con la ayuda de estas técnicas, la ballena de aleta dorsal, por ejemplo, puede sumergirse a una profundidad de 500 metros y nadar durante cuarenta minutos sin respirar”. (Attenborough 1979: 242)