Detectar la electricidad/magnetismo del entorno
Algunos sistemas vivos usan señales eléctricas o magnéticas como una forma de recibir información de su entorno. Los campos magnéticos y eléctricos pueden ayudar a tales sistemas vivos a determinar la dirección, la altitud o la ubicación, y los campos eléctricos también ayudan a los sistemas vivos a encontrar otros sistemas vivos. La detección e interpretación de señales eléctricas y magnéticas requiere técnicas especializadas. Por ejemplo, las bacterias que habitan en el lodo usan cristales compuestos de magnetita para detectar el geomagnetismo, lo que ayuda a orientar a las bacterias para excavar más profundamente en el lodo.
Sentir las condiciones atmosféricas
Para algunos sistemas vivos, la capacidad de detectar cambios en las condiciones atmosféricas puede ser muy valiosa. Al predecir cambios en el clima regional o en condiciones muy localizadas, los sistemas vivos pueden evitar o aprovechar esos cambios. Dado que tales ajustes pueden ser muy sutiles, los sistemas vivos deben poder detectar variaciones minúsculas en la humedad, la presión barométrica, los iones en el aire y otras señales ambientales. Muchos insectos y pájaros, por ejemplo, pueden predecir las tormentas que se avecinan y ponerse a cubierto antes de que sus vidas corran peligro.