El sistema olfatorio de un perro percibe enfermedades y desórdenes respondiendo a los químicos que emanan de los individuos afectados.

Introducción

Con solo ver los animales en un bosque, una granja o incluso en nuestros hogares, nos damos cuenta de que existe una increíble variedad de formas en las que utilizan sus sentidos. Los pájaros de caza dominan el sentido de la vista. Los murciélagos y las polillas tienen un agudo sentido auditivo. Para los animales caninos, el sentido del olfato es el que domina. En su estado salvaje, el sentido del olfato de los lobos les da una ventaja cuando llega la hora de buscar comida y comunicarse entre ellos. En los perros domésticos, se ha convertido en la base de un talento inesperado: la habilidad de detectar la presencia de algunas enfermedades en humanos.

La estrategia

Los perros tienen un sentido notable. Cuando olfatean, una parte del aire que aspiran entra a una estructura con apariencia de laberinto en su cabeza que se llama el reseso olfatorio. Gracias a la extensa superficie de esta estructura, los perros tienen más de de células disponibles para oler (cerca de 15 veces las que tenemos los humanos). La parte del sistema nervioso con la que estas células se comunican (el bulbo olfatorio) es tres veces más grande del que tenemos los humanos.

Otro de sus secretos es que cuando un canino olfatea, inhala y exhala rápidamente. Durante la exhalación, los chorros de aire hacia abajo y hacia los lados, lo que revela el modelado de flujo, en realidad atrae el aire del frente del perro más cerca de su nariz, lo que le permite olfatear olores desde más lejos.

Estas adaptaciones les permiten a los perros responder a la presencia de moléculas en el aire con gran sensibilidad: algunos perros pueden detectar una sola molécula de olor entre billones de otras.

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Cómo sabe tanto la nariz de tu perro

Inspirados por los reportes de los pacientes que contaban que sus perros parecían estar al tanto de que algo andaba mal en sus cuerpos, y sabiendo que los cambios químicos de distintas enfermedades podrían ser detectados por un sistema olfatorio tan delicado como el de los canes, las científicas y los científicos han entrenado a algunos perros a que señalen cuando hayan detectado estos químicos que se asocian con ciertas enfermedades.

Los perros pueden usar la prueba del olfato para identificar a las personas que tienen cáncer de mama, enfermedad, cáncer de pulmón, diabetes e incluso COVID-19. También pueden usar su sentido del olfato para detectar las moléculas que una persona con epilepsia produce cuando está convulsionando. Aún no sabemos cuáles son estas moléculas, pero se cree que tienen su origen en las células cerebrales relacionadas a las convulsiones, que viajan a través del sudor, la orina y la respiración hacia las narices de los perros, desde donde pueden reconocer el olor.

Los perros pueden usar la "prueba del olfato" para identificar a las personas con cáncer de mama, enfermedad renal, cáncer de pulmón, diabetes e incluso COVID-19. 

Las posibilidades

Si estos químicos son liberados por adelantado, pueden ayudar a anticipar un imbalance de o una convulsión epiléptica. El que una persona sepa con anticipación que va a convulsionar puede salvarle la vida: se puede salir del agua, alejarse de objetos duros o ir a un lugar seguro antes que ocurran las convulsiones.

La forma más directa de utilizar este talento es usar a los perros como detectives, pero eso no siempre sería una solución práctica. Si aprendemos cuáles son los mecanismos a través de los cuales la nariz de un perro puede detectar esos olores entre muchos otros (incluso en concentraciones muy bajas), podríamos desarrollar “narices electrónicas” que nos ayuden a detectar la presencia de aquellas moléculas de interés en una muestra.

Esto podría ayudarnos a mejorar nuestra habilidad de detectar sustancias ilícitas, mejorar la habilidad de comprobar o rastrear la ubicación de una persona, entre otras cosas. También podría inspirar el desarrollo de dispositivos que usen claves olfativas en vez de claves visuales o tangibles. Por ejemplo, podríamos desbloquear o iniciar un sistema tan solo con el olor particular de una persona.

Última actualización 18 de agosto de 2016