Los ojos del pez fantasma aumentan la fotosensibilidad en aguas profundas a través de ojos accesorios.
“El pez fantasma de seis ojos (Batylychnops exilis) tiene un sistema óptico único en el reino animal. Desconocido para los científicos hasta tan recientemente como 1958, y habitando a profundidades de 330-3280 pies (100-1000 m), este pez delgado con forma de lucio tiene órganos esféricos emparejados, que apuntan hacia abajo, alojados dentro de la mitad inferior de sus grandes ojos. Alguna vez se creyó que estos eran órganos productores de luz: la bioluminiscencia es un fenómeno común entre los peces de aguas profundas. Sin embargo, un examen más detenido expuso su verdadera identidad mucho más extraordinaria. En realidad, estos órganos, ahora denominados globos secundarios, son ojos accesorios. Cada uno de estos globos posee su propia lente y retina y probablemente sirve para aumentar la sensibilidad del pez fantasma a la luz (fotosensibilidad) dentro de su reino submarino poco iluminado.
“Pero esta no es la única anomalía de su sistema óptico. Posteriormente, los científicos desvelaron otra sorpresa asociada con los ojos accesorios del pez. Detrás de ellos hay un tercer par de 'ojos', incluso más pequeños que los globos secundarios, pero menos sofisticados. Estos 'ojos' carecen de retina. En cambio, sirven simplemente para dirigir la luz entrante hacia el par principal de ojos del spookfish, mejorando así los poderes de visión de estos últimos órganos”. (Shuker 2001: 13)