Los cangrejos usan un comportamiento de “cadenas síncronas de vacantes” para encontrar caparazones nuevos y evitar quedarse sin casa.

Introducción

Hace mucho tiempo, los cangrejos ermitaños encontraron una forma elegante de resolver un problema que sigue frustrando a los humanos: cómo encontrar un albergue adecuado y cómo administrar de manera eficiente su reserva de viviendas en general.

Los cangrejos ermitaños tienen cuerpos blandos que son indefensos contra el calor del sol y los dientes y los picos afilados de sus depredadores. Para protegerse, se meten dentro de caparazones descartados por otras criaturas marinas, y los llevan a sus nuevos refugios como remolques de campamento.

A medida que los cangrejos ermitaños crecen, sus caparazones se vuelven muy pequeños para albergarlos. Es ahí cuando deben encontrar otro más grande, pero lo deben hacer rápido para no quedar expuestos y vulnerables.

 

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Los cangrejos ermitaños usan un comportamiento social llamado “cadenas síncrona de vacante” para intercambiar caparazones. Esto promueve la eficiente distribución de bienes escasos y reutilizables, lo que no ocurre cuando las vacantes son asíncronas.

La estrategia

Cuando un caparazón vacío llega a la costa, los cangrejos de los alrededores lo van a investigar, no importa de qué tamaño sea. Si no es del tamaño adecuado, esperan.

Forman una fila en orden de tamaño, como en una escuela primaria, a veces subiéndose sobre los caparazones de los otros. El cangrejo más grande es el primero en la fila y en probarse el caparazón vacío. Si le cabe, “se cambia de casa”, lo que genera una reacción en cadena, porque el caparazón antiguo de un cangrejo es el nuevo castillo de otro.

El próximo cangrejo en la fila entra en el caparazón vacante, dejando otro caparazón vacío para el siguiente en la fila. En rápida sucesión, varios cangrejos mejorarán sus viviendas al mismo tiempo, y evitarán quedarse sin casa aunque sea por unos minutos.

Este comportamiento de interconexión social se llama “cadena síncrona de vacantes” y desencadena un efecto multiplicador: un caparazón nuevo no sólo beneficia a un cangrejo que estuvo en el lugar correcto en el momento correcto, sino que a varios individuos de la comunidad. Además, aseguran que los bienes escasos y reutilizables sean distribuidos de forma eficaz.

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Los cangrejos ermitaños utilizan las redes sociales para intercambiar conchas.

Las posibilidades

No es difícil ver cómo las personas pueden organizar “cadenas síncronas de vacantes” para reciclar recursos de manera ingeniosa. Cada vez que alguien compra una casa o un vehículo, o consigue un trabajo nuevo, por ejemplo, sus casas, vehículos y trabajos anteriores quedan disponibles para otras personas. Las conexiones sociales parecidas también podrían inspirar una distribución más eficaz (en costo y en recursos) de agua y comida en las comunidades.

Las cadenas síncronas de vacantes también podrían mejorar sistemas de traspaso de tecnologías, para que cada actualización de un dispositivo (sea computador, teléfono u otro equipo electrónico) venga con la oportunidad de pasarle el dispositivo antiguo (pero aún servible) a alguien que lo necesite. Estas redes ahorrarían dinero y reducirían desperdicios medioambientales. También permitirían un mayor uso de los metales raros que se encuentran en los dispositivos electrónicos, cuya extracción causa deterioro ambiental y cuyo reciclaje requiere gran cantidad de energía.

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Última actualización 2 de julio de 2020