Las alas delanteras de los escarabajos joya producen oro y plata al tener 70 capas de quitina que se vuelven progresivamente más delgadas con la profundidad, lo que da como resultado diferentes índices de refracción.
“Un equipo de investigadores de la Universidad de Costa Rica descubrió que la apariencia metálica de los escarabajos es creada por los arreglos estructurales únicos de muchas docenas de capas de quitina exoesquelética en el elytron, un ala anterior endurecida que protege las delicadas alas posteriores que son doblada por debajo... En estos escarabajos, la cutícula, que tiene solo 10 millonésimas de metro de profundidad, tiene unas 70 capas separadas de quitina, un azúcar complejo que contiene nitrógeno que crea los esqueletos externos duros de insectos, cangrejos, camarones y langostas. Las capas de quitina se vuelven progresivamente más delgadas con la profundidad, formando una estructura llamada "chirrido". 'Debido a que las capas tienen diferentes índices de refracción', dice Vargas, 'la luz se propaga a través de ellas a diferentes velocidades. La luz se refracta a través de cada interfaz y se refleja en ella dando, en particular, diferencias de fase en los rayos reflejados emergentes. Para varias longitudes de onda en el rango visible, hay muchos rayos reflejados cuyas diferencias de fase permiten una interferencia constructiva. Esto conduce a la apariencia metálica de los escarabajos.' Esto es similar a la forma en que un prisma descompone la luz blanca en los colores del arco iris por refracción, pero en el caso de estos escarabajos, diferentes longitudes de onda o colores de luz se reflejan con más fuerza en diferentes capas de quitina. Esto crea la paleta inicial de colores que permite a los escarabajos producir sus tonos distintivos”. (Estrella 2011: 1)
