El corazón de la pitón birmana incurre en un crecimiento dramático después de una comida al reaccionar a los ácidos grasos en el plasma de la serpiente.

“La pitón birmana… con frecuencia pasa meses sin comer y luego se atiborra, a veces derribando a un ciervo entero. Para adaptarse a la oleada repentina de azúcares, grasas y proteínas, su cuerpo se acelera. Su metabolismo se acelera casi 40 veces, y muchos de sus órganos, incluido su largo tracto digestivo, duplican su tamaño. Su corazón también se expande en un 40%, presumiblemente para bombear mayores volúmenes de sangre por todo su cuerpo”. (Cepa 2011)

Los investigadores sospechan que el tejido cardíaco alimenta su expansión al quemar tres tipos de nutrientes, incluido el ácido mirístico, un ingrediente común en muchas grasas animales y otros alimentos para reptiles.

Última actualización 23 de agosto de 2016