Las alas de los insectos de diferentes tamaños realizan un vuelo de alta calidad al producir diferentes estructuras de flujo a medida que aletean.

“El elevado rendimiento aerodinámico de los insectos se ha atribuido en parte a la generación y el mantenimiento de una región estable de vorticidad conocida como vórtice de borde de ataque (LEV). Una explicación para la estabilidad del LEV es que el flujo axial en espiral dentro del núcleo del vórtice drena energía hacia el vórtice de la punta, formando un vórtice en espiral de vanguardia análogo a la estructura de flujo generada por los aviones de ala delta... Los resultados sugieren que el transporte de vorticidad desde el borde de ataque hasta la estela que permite la fijación prolongada del vórtice toma diferentes formas en diferentes Re [números de Reynolds, mayormente afectados por el tamaño del insecto]”. (Abedul et al. 2004: 1063)

Última actualización 18 de agosto de 2016