Las hojas de muchas plantas son superficies planas pero flexibles que resisten la flexión gracias a las características estructurales y al refuerzo desde abajo.

“El uso principal de las superficies planas en la naturaleza consiste en estructuras fotosintéticas como las hojas. Estos también están bien apuntalados por debajo; la mayoría de las hojas parecen eludir los problemas de cargas perpendiculares a sus superficies simplemente flexionándose o reorientándose con el viento (fig. 1.5). Bastantes hojas de varios linajes (en su mayoría monocotiledóneas) usan un ligero pliegue en V longitudinal para obtener una rigidez a la flexión adecuada, lo que también les debe dar una rigidez a la torsión muy baja. Otras hojas usan otra desviación de la planitud, el plegado en abanico transversal, discutido por Niklas (1992). La figura 21.8 muestra algunos de estos esquemas”. (Vogel 2003: 439)

[Leyenda de la Figura 21.8 en Vogel 2003: “Las superficies delgadas de las hojas evitan que se doblen de varias formas. Las venas pueden proporcionar armazones de soporte (a), toda la hoja puede curvarse a lo largo (b), o los pliegues pueden formar un sistema de autoarmadura de cumbrera y valle (c).”]

Última actualización 14 de septiembre de 2016