Las piezas bucales de los insectos mantienen estable la comida durante la masticación con estructuras accesorias parecidas a mandíbulas, llamadas maxilares.

“Detrás de las mandíbulas hay otro par de estructuras similares a mandíbulas, los maxilares. Estos pueden tener una forma simple, pero a menudo tienen apéndices suaves en forma de labios y proyecciones como antenas diminutas, llamadas palpos. Estos tienen muchas sensilas... células sensibles para saborear, oler y tocar la comida. Los maxilares generalmente no están diseñados para cortar o masticar alimentos, pero pueden usarse para mantenerlos firmes y pasarlos hacia adelante a través de las mandíbulas para picar”. (Foy y Oxford Scientific Films 1982:159)

Última actualización 18 de agosto de 2016