Las hojas exteriores aisladas del repollo senecio protegen las hojas interiores del congelamiento cuando se doblan hacia dentro durante la noche.

Introducción

El repollo senecio (Dendrosenecio keniensis) es una planta parecida a un arbusto con cúmulos de hojas que se puede encontrar en altitudes de alrededor 3,000–4,000 metros (10,000 to 13,000 pies) en las laderas del monte Kenya al este de África. Sus hojas gruesas y grandes forman una roseta, con al menos 50 hojas más viejas y robustas que encierran un cúmulo de hojas más jóvenes las cuales forman un brote en el centro.

folded leaves insulate
Imagen: Dwergenpaartje / CC BY SA - Reconocimiento de Creative Commons + ShareAlike

El nuevo brote en el centro del repollo senecio es delicado y puede dañarse fácilmente con temperaturas bajo cero.

cabbage groundsel, Dedrosenecio keniensis
Imagen: Dwergenpaartje / CC BY SA - Reconocimiento de Creative Commons + ShareAlike

Las hojas exteriores gruesas y peludas del repollo senecio se doblan hacia dentro por la noche, protegiendo a las hojas nuevas de las temperaturas bajo cero.

La estrategia

Los lugares rocosos y áridos donde crece el repollo senecio son cálidos y soleados durante el día. Sin embargo, por la noche las temperaturas descienden bajo cero con frecuencia. El frío podría impedir el crecimiento de las nuevas hojas si no fuera por las hojas más viejas que las rodean y protegen del frío. Las hojas exteriores son gruesas y tienen bolsas de aire en su interior que retardan el movimiento del calor, así parecido como lo hace un contenedor de poliestireno plumavit.

Cuando las temperaturas bajan al final del día, algunas de las células en las hojas más grandes liberan fluidos en el espacio entre las células, lo que causa que la superficie más interna se vuelva más plegable. Como resultado, las hojas se doblan hacia arriba y hacia dentro, formando una capa aislante alrededor de las partes más tiernas de la planta y protegiendo los cúmulos de hojas más nuevas. Las hojas exteriores se congelan, pero son suficientemente robustas para descongelarse al día siguiente cuando vuelven a abrirse al salir el sol en la mañana.

Las posibilidades

Ya estamos familiarizados con la habilidad de aislamiento térmico que tienen los materiales gruesos con bolsas de aire. Como por ejemplo, el aislamiento de espuma en las paredes o edredones de plumas. La combinación de esa habilidad con un mecanismo activado por la temperatura para mover el aislamiento, tal como lo hace el repollo senecio podría ser muy valioso para proteger las plantas de las heladas o mejorar la eficiencia energética de los edificios.

Última actualización 18 de octubre de 2020