Los párpados de los mamíferos proporcionan lubricación al ojo mediante lágrimas que se aplican durante el parpadeo.

“Al ser un instrumento particularmente delicado, el ojo necesita protección, por lo general, un párpado. La mayoría de los mamíferos tienen dos párpados, uno arriba y otro abajo, pero algunos, como los caballos y los ciervos, tienen un tercer párpado interno, la membrana nictitante, que puede moverse hacia arriba o hacia los lados del globo ocular. Ambos tipos de párpado se pueden cerrar para proteger el ojo de un golpe o de la suciedad; al cerrar –parpadeando– limpian el globo ocular y lo lubrican con lágrimas”. (Foy y Oxford Scientific Films 1982:124)

Foy S, Oxford Scientific Films. El gran diseño: forma y color en los animales. Lingfield, Surrey, Reino Unido: BLA Publishing Limited para JM Dent & Sons Ltd, Londres; 1982. 238 págs.

Última actualización 14 de septiembre de 2016