Las formas onduladas de los cactus crean bolsas de aire fresco y sombreado que los ayudan a eliminar el calor corporal.
Introducción
A los cactus se les distingue fácilmente por sus espinas y sus brazos con apariencia humana, pero esas no son las únicas fascinantes de estos habitantes del desierto.
Como crecen bajo un sol ardiente, los cactus han evolucionado para mantenerse frescos y ahorrar agua. Para muchas especies, unos tallos bulbosos y crestas alternantes son la clave de la supervivencia.
Muchos cactus tienen crestas exteriores que forman elevaciones y canales en su superficie. Las elevaciones le brindan sombra a las ranuras, manteniéndolas más frescas.
Esta imagen en infrarrojo de un cactus muestra cómo las elevaciones de sus crestas le brindan sombra a los canales, bajándole así la temperatura.
La estrategia
Las elevaciones y los canales que rodean los gruesos tallos o las ramas de un cactus funcionan de varias maneras para proteger al cactus de sobrecalentarse y secarse. Las elevaciones le brindan sombra a los canales, reduciendo la cantidad de calor solar que les llega.
Sin embargo, eso no previene que el cactus absorba calor, así que las crestas ayudan de otra forma. Como los canales reciben sombra, el aire dentro de ellos es más fresco y puede absorber más calor del cuerpo del cactus que el aire tibio. A medida que se calienta, el aire sale de los canales, hacia las elevaciones, donde el viento se lo lleva.
Además, las crestas interrumpen el flujo de aire alrededor del cactus mucho mas que si la superficie de la planta fuera lisa. Esto permite que la corriente de aire se deshaga de más calor, y una superficie con pliegues cubre más área que una superficie plana del mismo diámetro, por lo que las crestas también proporcionan área para disipar el calor.
Para conservar el agua escasa, las crestas del cactus tienen otro secreto. En general, las plantas tienen poros llamados estomas que se encuentran en las hojas. A través de ellos, el agua se puede evaporar, llevando consigo calor y refrescando así la planta. Los cactus no pueden perder mucha agua, así que las elevaciones expuestas al sol de las crestas tienen menos estomas que los canales que están bajo sombra.
Finalmente, cuando el calor y el sol desértico dan paso a la lluvia, las superficies plegadas del cactus se transforman. A medida que la planta se refresca, las crestas y los canales pueden desplegarse, expandiéndose como un acordeón para guardar el influjo de agua.
Las posibilidades
La arquitectura ya ha empezado a incorporar diseños inspirados por cactus en sus edificios (especialmente en lugares cálidos y secos) para reducir la cantidad de calor absorbida por la superficie del edificio y/o para maximizar el calor que pueden irradiar. Sin embargo, otras innovaciones parecidas podrían funcionar a menor escala (por ejemplo, para vehículos, ropa, refrigeración, envoltorios, etc).
El edificio para el Ministerio de asuntos municipales y agricultura en Doha, Qatar fue diseñado imitando las propiedades de sombra del cactus para regular la cantidad de calor y sol que entra al edificio.
