Capturar, absorber o filtrar organismos
Muchos sistemas vivos deben asegurar organismos para alimentarse. Pero así como un sistema vivo debe capturar a su presa para sobrevivir, su presa debe escapar para sobrevivir. Esto da como resultado estrategias de captura y evasión que incluyen engaño, velocidad, venenos, trampas construidas y más. Por ejemplo, una planta carnívora llamada planta de jarra tiene hojas en forma de tubo que recogen agua. Los pelos largos y resbaladizos dentro del tubo miran hacia abajo. Cuando los insectos entran en el tubo en busca de néctar, pierden el equilibrio y se deslizan hacia el interior, incapaces de salir y escapar de ser devorados y digeridos por la planta.
Descomponer físicamente los materiales vivos
Los materiales vivos son aquellos que forman parte de los sistemas vivos (ya sea que estén vivos actualmente o en el pasado). Por ejemplo, un tronco caído, aunque muerto, se considera material vivo. Descomponer o descomponer los materiales vivos es importante para los sistemas vivos que se alimentan de ellos, así como para facilitar la descomposición de la materia orgánica. La descomposición aumenta el área superficial del material expuesta a la humedad, los hongos, las bacterias y otros sistemas vivos, muchos de los cuales utilizan enzimas y otros productos químicos para descomponerlo aún más. Pero los materiales vivos pueden ser difíciles de descomponer porque, para su propia supervivencia, su composición debe brindar apoyo y protección. Por lo tanto, los sistemas vivos requieren medios mecánicos (como moler, rasgar o masticar) para manipular estos materiales, así como también materiales fuertes que puedan superar la resistencia. Por ejemplo, los escarabajos pequeños que mastican madera tienen mandíbulas grandes y fuertes que les permiten cortar este material resistente.