Regular la reproducción o el crecimiento
La reproducción y el crecimiento son dos procesos fisiológicos que ocurren en todos los sistemas vivos. Hay situaciones en las que las condiciones son adecuadas para ambos, y otras situaciones en las que continuar con cualquiera daña el sistema vivo porque ambos tienen un costo de energía muy alto. La reproducción y el crecimiento son únicos en el sentido de que ambos pueden detenerse hasta que las condiciones mejoren, aunque detenerlos por un tiempo prolongado puede causar problemas. Un ejemplo de regulación de la reproducción es un proceso llamado implantación retrasada o diapausa embrionaria que se encuentra en algunos mamíferos, como las nutrias. Los embriones de una nutria a veces dejan de desarrollarse temporalmente y no se desarrollarán más hasta que la hembra sienta que las condiciones son adecuadas.
Responder a las señales
Para interactuar con su entorno, un sistema vivo no solo debe sentir una variedad de señales, sino también responder a ellas. Para ser eficientes en energía y materiales, esas respuestas deben ser apropiadas para la señal. Por lo general, esto requiere umbrales de detección para desencadenar un nivel adecuado de respuesta (por ejemplo, esconderse debajo de un arbusto en lugar de huir para evitar a un depredador). Las estrategias de respuesta están vinculadas a una señal específica y, a menudo, tienen un umbral de respuesta, que determina qué tan fuerte debe ser una señal para garantizar el gasto de energía para responder. Un ejemplo es una planta que vive en regiones áridas de Sudáfrica. Sus cápsulas de semillas permanecen cerradas hasta que la lluvia hace que se abran para liberar las semillas. Pero la planta solo responde a una segunda lluvia, protegiéndose así contra la liberación de sus semillas antes de que haya suficiente agua para que crezcan.