La arquitectura de las vides aumenta la flexibilidad a través de los componentes de tejido blando y la forma de cinta.
Imagen: lena struwe /

La sección transversal de Jagube muestra capas alternas de tejido suave y leñoso que contribuye a la fuerza y ​​flexibilidad de la vid.

“Hay otra forma en la que la anatomía del tallo de las enredaderas leñosas difiere de la de los árboles. En los árboles, la madera o xilema, del cual solo el anillo anual más nuevo y más externo conduce el agua, tiene la forma de un cilindro sólido cuya rigidez es capaz de soportar grandes coronas de hojas y ramas. Las enredaderas deben ser más flexibles para hacer frente a los giros y vueltas de la escalada o las tensiones que resultan cuando se deslizan parcial o completamente de sus soportes. Las enredaderas leñosas logran flexibilidad al tener una cantidad considerable de tejido blando y madera en sus tallos. En algunos, el cilindro de madera se divide en segmentos que se alternan con tejidos blandos; en otros, se alternan cilindros de madera y tejido blando. Algunas enredaderas leñosas también tienen tallos aplanados en forma de cinta para lograr una mayor flexibilidad”. (Dawson y Lucas 2005:17)

Última actualización 23 de octubre de 2016