La superficie de la fibrilla ósea en los mamíferos altera la mecánica del colágeno por la interacción interfacial entre el colágeno y la hidroxiapatita.

La estrategia

El hueso es un material duro compuesto principalmente por una sustancia conocida como colágeno. El colágeno en el hueso se autoensambla de manera escalonada y paralela para formar fibrillas. Entre las moléculas escalonadas de colágeno, se llena la parte mineral del hueso. Este mineral se conoce como hidroxiapatita (HAP), y es una forma cristalizada de fosfato de calcio. La forma en que HAP se orienta entre las moléculas de colágeno altera la forma en que el hueso responde a las pruebas mecánicas de sus propiedades. “Las plaquetas de cristal HAP se nuclean en zonas de orificios y crecen en longitud a lo largo del eje largo del colágeno y en anchura a lo largo de canales influenciados por la presencia de minerales en la proximidad” (Katti et al. 2010). Gran parte del resto del espacio cerca de la superficie del hueso está ocupado por agua. El colágeno, el HAP y el agua interactúan entre sí de diversas maneras. Los investigadores luchan por estudiar las propiedades mecánicas del colágeno debido a las variadas respuestas que obtienen a lo largo de la superficie. El mineral HAP hace que el colágeno sea más rígido en algunas áreas y la presencia de agua (o la falta de HAP) hace que el colágeno sea menos rígido en otros lugares a lo largo de la superficie.

Última actualización 23 de agosto de 2016