Modificar tamaño/forma/masa/volumen
Muchos sistemas vivos alteran sus propiedades físicas, como el tamaño, la forma, la masa o el volumen. Estas modificaciones ocurren en respuesta a las necesidades del sistema vivo y/o condiciones ambientales cambiantes. Por ejemplo, pueden hacer esto para moverse de manera más eficiente, escapar de los depredadores, recuperarse del daño o por muchas otras razones. Estas modificaciones requieren índices y niveles de respuesta apropiados. La modificación de cualquiera de estas propiedades requiere materiales que permitan dichos cambios, señales para realizar los cambios y mecanismos para controlarlos. Un ejemplo es el pez puercoespín, que se protege de los depredadores tomando sorbos de agua o aire para inflar su cuerpo y erguir espinas incrustadas en su piel.
Almacenar energía
Una vez que un sistema vivo captura energía o transforma una forma de energía en otra, con frecuencia debe guardar esa energía para uso futuro. Pero la energía es difícil de almacenar en algunas formas. Por lo tanto, los sistemas vivos necesitan estrategias para usar la energía rápidamente o para convertirla de formas que son difíciles de almacenar (como la eléctrica o la cinética) a formas más almacenables. Por ejemplo, los saltamontes almacenan energía como energía potencial en un material elástico en sus tendones. Cuando necesitan saltar, esa energía se convierte en energía cinética, proporcionando la fuerza necesaria para escapar de los depredadores.
Mover en/sobre Líquidos
El agua no solo es el líquido más abundante en la tierra, sino que es vital para la vida, por lo que no sorprende que la mayoría de la vida haya evolucionado para prosperar sobre y debajo de su superficie. Moverse eficientemente dentro y sobre esta sustancia densa y dinámica presenta desafíos y oportunidades únicos para los sistemas vivos. Como resultado, han desarrollado innumerables soluciones para optimizar la resistencia, utilizar la tensión superficial, ajustar la flotabilidad y aprovechar varios tipos de corrientes y dinámicas de fluidos. Por ejemplo, los tiburones pueden deslizarse por el agua al reducir la resistencia debido a su forma aerodinámica y las características especiales de su piel.