Adaptar comportamientos
El entorno cambia constantemente y si los sistemas vivos no pueden adaptarse a estos cambios, no sobrevivirán. Los cambios ambientales pueden ser cíclicos, como las estaciones, repentinos, como las inundaciones o los incendios forestales, o graduales pero a largo plazo, como los ecosistemas que pasan de etapas tempranas a maduras. Estos cambios requieren cierta flexibilidad en las respuestas conductuales para adaptarse a las condiciones específicas. Por ejemplo, mientras nada un pez llamado lamprea, se enfrenta constantemente a cambios en las corrientes. Los sensores de piel lo ayudan a detectar esos cambios y ajustar su movimiento en consecuencia.
Regular la reproducción o el crecimiento
La reproducción y el crecimiento son dos procesos fisiológicos que ocurren en todos los sistemas vivos. Hay situaciones en las que las condiciones son adecuadas para ambos, y otras situaciones en las que continuar con cualquiera daña el sistema vivo porque ambos tienen un costo de energía muy alto. La reproducción y el crecimiento son únicos en el sentido de que ambos pueden detenerse hasta que las condiciones mejoren, aunque detenerlos por un tiempo prolongado puede causar problemas. Un ejemplo de regulación de la reproducción es un proceso llamado implantación retrasada o diapausa embrionaria que se encuentra en algunos mamíferos, como las nutrias. Los embriones de una nutria a veces dejan de desarrollarse temporalmente y no se desarrollarán más hasta que la hembra sienta que las condiciones son adecuadas.
Capturar, absorber o filtrar energía
La energía está naturalmente disponible en muchas formas, incluyendo cinética, potencial, térmica, elástica, radiante, química y más. Todos los sistemas vivos requieren energía para llevar a cabo sus muchas actividades, y han desarrollado estrategias apropiadas para una o más de esas formas. Por ejemplo, algunas plantas maximizan su área de superficie disponible para capturar la energía radiante del sol, mientras que otras tienen estrategias para enfocar la luz dispersa en las áreas de fotosíntesis.
Capturar, absorber o filtrar entidades químicas
Los sistemas vivos a menudo requieren elementos químicos y compuestos químicos, incluidos azúcares complejos, proteínas olores, para realizar actividades críticas. Estos compuestos existen en varios estados (sólido, líquido y gas) y son ubicuos en el suelo, el agua y el aire. Esto requiere que los sistemas vivos no solo tengan formas de capturarlos, absorberlos o filtrarlos, sino también formas de diferenciarlos, seleccionando aquellos que son valiosos o dañinos. Por ejemplo, los árboles de mangle viven con sus raíces en agua salada y sedimentos. Varias especies de manglares tienen diferentes estrategias para eliminar la sal del agua que toman para que sus tejidos puedan utilizar el agua dulce.