Para atrapar presas a distancia, los camaleones tienen un sistema coordinado de partes del cuerpo que lanzan sus lenguas con gran velocidad y potencia.

Introducción

Los movimientos rápidos y furiosos de las lenguas de los camaleones no son una novedad. Son una clave para su supervivencia. Cuando estos reptiles ven a sus presas, lanzan sus lenguas como proyectiles y atacan con una velocidad y fuerza asombrosas. Corriendo de 0 a 60 mph (96.5 kph) en una centésima de segundo, pueden alcanzar casi instantáneamente un objetivo que se encuentra al doble de la longitud de su cuerpo.

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Este video en cámara lenta muestra cómo los camaleones pueden proyectar sus lenguas más allá de la longitud de su cuerpo. En tiempo real, lanzan sus lenguas con velocidad balística.

La estrategia

Estas impresionantes lenguas balísticas son el resultado de un notable sistema coordinado de partes del cuerpo que acumula y libera energía rápidamente. Así es como funciona.

En el centro de la lengua de un camaleón hay un hueso delgado y tubular envuelto en finas capas de tejido elástico. Envolviendo todo esto hay una capa de músculo.

El tejido elástico está hecho de colágeno, un material biológico común que obtiene una notable elasticidad gracias a sus fibras elásticas. La mitad de las fibras giran en espiral en el sentido de las agujas del reloj y la mitad en el sentido contrario a las agujas del reloj. Juntos forman un patrón de rayas cruzadas en diagonal que se parece a las fundas de malla plástica elástica que se usan para proteger las botellas de vidrio.

Cuando los camaleones ven presas, se preparan, apuntan y "cargan" sus lenguas contrayendo los músculos de la lengua. Los músculos se aprietan hacia adentro alrededor de las fibras de colágeno, comprimiéndolas en espirales apretadas. Las fibras ahora están repletas de energía almacenada, como una caja sorpresa lista para explotar.

Los músculos y las capas comprimidas de colágeno se deslizan hacia adelante a lo largo del hueso bien lubricado. En su punta, el grosor del hueso se reduce drásticamente, expandiendo el espacio para las fibras de colágeno. De repente, sin comprimir, las fibras saltan hacia adelante, impulsadas por su propio impulso. La energía potencial almacenada se convierte en energía cinética, amplificando la velocidad y el poder de la lengua. Se dispara a aceleraciones de 2,590 metros por segundo al cuadrado, o 264 G (más rápido que un avión de combate), y estrella su punta pegajosa contra su presa en dos centésimas de segundo.

Para atrapar presas, los camaleones tienen un sistema altamente coordinado de huesos, músculos y tejido conectivo que dispara largas distancias con la lengua a gran velocidad y potencia.

El sistema de lengua también tiene otra característica beneficiosa. Los camaleones son de sangre fría, por lo que sus músculos se ralentizan junto con su metabolismo en temperaturas frías. Pero debido a que el sistema depende de la energía almacenada en las capas de colágeno en lugar de la fuerza muscular, continúa funcionando bien en temperaturas que van hasta los 59 °F (15 °C). Después de una noche fría, justo cuando necesitan comida para recargar energías, sus lenguas todavía son lo suficientemente rápidas en el sorteo, particularmente para atrapar otras criaturas de sangre fría que aún se mueven lentamente.

Las posibilidades

El sistema de lengua altamente refinado y coordinado de Chameleons ofrece planos intrigantes para que los científicos exploren formas de diseñar sistemas mecánicos de movimiento de proyectiles y materiales que almacenen y liberen energía de manera más eficiente, generen mayor velocidad y potencia, y continúen funcionando bien en temperaturas frías. Tales innovaciones podrían usarse en los campos de balística, ingeniería de misiles, equipos de manipulación robótica y dispositivos médicos protésicos.

Última actualización 30 de noviembre de 2020