Diferenciar señal de ruido
El entorno que rodea a cualquier sistema vivo está lleno de señales, como olores, sonidos, electricidad, magnetismo y más. Demasiadas señales a la vez pueden ser abrumadoras, lo que dificulta la localización y reacción ante una señal en particular. Para abordar esto, los sistemas vivos deben diferenciar entre todas las señales, o "ruido", para que puedan concentrarse en las que realmente necesitan. Durante la temporada de apareamiento, por ejemplo, las ranas macho se juntan en grandes grupos para llamar a las hembras. A pesar de su abrumador ruido colectivo, las hembras son capaces de encontrar a un macho en particular cuya llamada le resulte atractiva. Esto se debe a que los machos usan llamadas desincronizadas, lo que permite el reconocimiento individual.
Navegar por el aire
Aunque están libres de muchas de las obstrucciones físicas que se encuentran en la tierra y en el agua, los organismos que se mueven por el aire aún deben evitar chocar entre sí y con objetos en su trayectoria de vuelo, como árboles y montañas. También necesitan navegar de un lugar a otro, lo que presenta un desafío diferente. Usan una estrategia para navegar alrededor de las obstrucciones y otra para moverse hacia su destino. Por ejemplo, los murciélagos usan la ecolocalización para detectar obstáculos y presas. Para navegar durante la migración, los murciélagos también usan la visión, la orientación solar y probablemente otras estrategias.
Sentido de forma y patrón en un sistema vivo
Los sistemas vivos deben identificar otros sistemas vivos y objetos para navegar, alimentarse, escapar de los depredadores, encontrar recursos y más. La capacidad de los sistemas vivos para "ver" varía ampliamente, y "ver" incluye no solo la vista, sino también otros medios para detectar formas o patrones, como el olfato o la ecolocalización. Por ejemplo, un halcón puede ver muchos más detalles que los humanos, mientras que otros organismos pueden ver muchos menos detalles. Sin embargo, cada sistema vivo es capaz de detectar formas y patrones en la medida que lo necesita para sobrevivir. Además de percibir formas o patrones físicos, los sistemas vivos también pueden sentir patrones de paisaje en varias escalas. El erizo de mar morado, por ejemplo, no tiene ojos, pero puede captar detalles finos en su entorno utilizando toda su superficie como un ojo compuesto. Las espinas del erizo protegen la luz proveniente de ángulos amplios, refinando aún más su enfoque.
Sentido de movimiento
Percibir el movimiento es importante para que un sistema vivo sienta dónde se encuentra en relación con un entorno en movimiento, lo cual es fundamental para localizar recursos o orientarse. Esto se aplica ya sea que el entorno en sí esté en movimiento (como el movimiento del agua proveniente de un pez cercano) o que el sistema vivo se mueva dentro de un entorno estacionario (como un pájaro que vuela por el aire). Debido a que el movimiento se amortigua con la distancia y el costo de perder esas señales de movimiento es alto, los sistemas vivos deben ser muy sensibles a estas señales. Por ejemplo, los grandes murciélagos marrones que vuelan rápido tienen pelos microscópicos, rígidos y abovedados en las membranas de sus alas que actúan como un conjunto de sensores para monitorear la velocidad del vuelo y las condiciones del flujo de aire.
Detectar el sonido y otras vibraciones del entorno
Para los sistemas vivos, la detección del sonido y otras vibraciones es importante para comunicar y detectar las condiciones dentro de su entorno. Los sistemas vivos deben ubicar la fuente de una señal para poder moverse hacia ella (como cuando es comida o una pareja potencial) o alejarse de ella (como cuando es un depredador). Para provocar una respuesta adecuada, los sistemas vivos deben detectar estas señales, reconocer su amplitud o volumen (que a veces es muy bajo) y determinar su dirección. Los sistemas vivos deben estar sintonizados con las señales relevantes para ellos y ser capaces de distinguirlos de los sonidos irrelevantes para evitar gastar energía innecesaria. Por ejemplo, las orejas de los búhos están colocadas asimétricamente. Esto les permite detectar sonidos con mayor precisión, lo que les ayuda a localizar presas pequeñas por la noche y evitar desperdiciar energía persiguiendo sonidos irrelevantes.