Capturar, absorber o filtrar energía
La energía está naturalmente disponible en muchas formas, incluyendo cinética, potencial, térmica, elástica, radiante, química y más. Todos los sistemas vivos requieren energía para llevar a cabo sus muchas actividades, y han desarrollado estrategias apropiadas para una o más de esas formas. Por ejemplo, algunas plantas maximizan su área de superficie disponible para capturar la energía radiante del sol, mientras que otras tienen estrategias para enfocar la luz dispersa en las áreas de fotosíntesis.
Sentir las condiciones atmosféricas
Para algunos sistemas vivos, la capacidad de detectar cambios en las condiciones atmosféricas puede ser muy valiosa. Al predecir cambios en el clima regional o en condiciones muy localizadas, los sistemas vivos pueden evitar o aprovechar esos cambios. Dado que tales ajustes pueden ser muy sutiles, los sistemas vivos deben poder detectar variaciones minúsculas en la humedad, la presión barométrica, los iones en el aire y otras señales ambientales. Muchos insectos y pájaros, por ejemplo, pueden predecir las tormentas que se avecinan y ponerse a cubierto antes de que sus vidas corran peligro.