Las antenas de una abeja le permiten detectar una variedad de señales que incluyen productos químicos, luz, vibraciones y campos eléctricos. 

Las antenas de las abejas tienen el mismo propósito que la nariz de los humanos; están llenos de receptores para olores químicos en el medio ambiente y ayudan a la abeja a oler el mundo.

Las antenas de las abejas macho suelen ser mucho más largas que las de las hembras. Las antenas masculinas tienen un segmento extra y los propios segmentos tienen más longitud. Esto se debe a que las antenas masculinas están especializadas para captar el sutil aroma de las feromonas femeninas. Se ha demostrado que algunas obreras de abejas huelen a su reina desde una distancia de hasta 60 metros.

Los receptores de las antenas se dividen en 4 categorías: placas, clavijas, pelos y hoyos. Las placas son receptores de productos químicos y luz, las clavijas y los hoyos son para el olfato y los pelos para el tacto. La disposición de los sensores es muy específica, con un mechón de pelos para sentir la textura en la punta de las antenas y la mayoría de los receptores relacionados con el olfato (conocidos como placas de poros) que se encuentran en los últimos ocho subsegmentos. Una abeja macho puede tener hasta 100 veces más sensores en sus antenas que una hembra.

Otro receptor, el órgano de Johnston, se encuentra dentro de las antenas cerca de la cabeza. Detecta el movimiento y la vibración alrededor de las antenas y tiene una variedad de aplicaciones, desde permitir que la abeja juzgue su velocidad, hasta detectar campos eléctricos. Los abejorros, por ejemplo, pueden utilizar los mecanorreceptores de sus antenas para detectar intensidades de campo eléctrico tan pequeñas como 15.3 Vm-1.

Esta información también está disponible en el Colección de invertebrados de la Universidad de Calgary, donde fue comisariada como parte de un estudio sobre diseño inspirado en las abejas. 

Imagen: Rob Alexander / CC BY NC - Atribución Creative Commons + No comercial

Una abeja Melissodes rivalis macho con antenas mucho más largas que la hembra. 

Imagen: Rob Alexander / CC BY NC - Atribución Creative Commons + No comercial

Una abeja Melissodes rivalis hembra. 

Imagen: soraya villalobos / CC BY NC - Atribución Creative Commons + No comercial

Una hembra de Melissodes confusus. 

Imagen: Rob Alexander / CC BY NC - Atribución Creative Commons + No comercial

Un Melissodes confusus macho, con antenas mucho más largas que la hembra. 

Última actualización 3 de abril de 2019