Coordinar por autoorganización
Para crear y mantener una comunidad saludable de individuos y ecosistemas se requiere que los sistemas vivos coordinen sus actividades. La coordinación no significa necesariamente que haya un líder orquestando lo que sucede. En la naturaleza, la coordinación generalmente se logra a través de la autoorganización. En una bandada de gansos que vuelan en formación de V, por ejemplo, no hay un ganso líder que controle dónde vuelan todos los demás. La bandada utiliza esta formación porque cada ganso obtiene energía de los vórtices de aire creados por el ganso que tiene delante. El ganso líder no obtiene ese beneficio, así que cuando se cansa, retrocede y otro ganso toma la posición delantera.
Responder a las señales
Para interactuar con su entorno, un sistema vivo no solo debe sentir una variedad de señales, sino también responder a ellas. Para ser eficientes en energía y materiales, esas respuestas deben ser apropiadas para la señal. Por lo general, esto requiere umbrales de detección para desencadenar un nivel adecuado de respuesta (por ejemplo, esconderse debajo de un arbusto en lugar de huir para evitar a un depredador). Las estrategias de respuesta están vinculadas a una señal específica y, a menudo, tienen un umbral de respuesta, que determina qué tan fuerte debe ser una señal para garantizar el gasto de energía para responder. Un ejemplo es una planta que vive en regiones áridas de Sudáfrica. Sus cápsulas de semillas permanecen cerradas hasta que la lluvia hace que se abran para liberar las semillas. Pero la planta solo responde a una segunda lluvia, protegiéndose así contra la liberación de sus semillas antes de que haya suficiente agua para que crezcan.
Navegar a través de líquido
Los sistemas vivos que se mueven en líquidos deben sortear obstáculos físicos y encontrar su camino de un lugar a otro para localizar recursos o climas adecuados. Muchos líquidos son más densos que el aire, lo que significa que es un medio más denso a través del cual deben pasar las señales. Por otro lado, los líquidos tienden a conducir mejor algunas señales que el aire o los sólidos. Los habitantes de los líquidos deben utilizar estrategias que les permitan detectar y seguir señales en este medio denso. Por ejemplo, la electricidad se transmite bien en el agua y varios organismos, como las anguilas eléctricas del Amazonas, tienen órganos que detectan y usan señales eléctricas para navegar.