Prevenir fractura/ruptura
El impacto o la tensión de alta fuerza pueden hacer que los materiales que componen los sistemas vivos se separen en dos o más piezas (lo que se denomina fractura) o se rompan o exploten repentinamente (lo que se denomina ruptura). Por ejemplo, una vieira evita la falla estructural por fractura porque su caparazón está compuesto de dos materiales de rigidez variable. Cuando una grieta se mueve del material rígido de la vieira al menos rígido, este último reduce la fuerza en la punta de la grieta, evitando así que se extienda más.
Gestionar el desgaste mecánico
Un sistema vivo está sujeto a desgaste mecánico cuando dos partes se frotan entre sí o cuando el sistema vivo entra en contacto con componentes abrasivos en su entorno, como arena o coral. Algunos componentes abrasivos son una fuerza constante, como el movimiento de las articulaciones de los dedos, mientras que otros ocurren con poca frecuencia, como una tormenta de arena que se desplaza por un desierto. Los sistemas vivos se protegen del desgaste mecánico utilizando estrategias adecuadas al nivel y la frecuencia de la fuente, como tener superficies resistentes a la abrasión, piezas reemplazables o lubricantes. Por ejemplo, las articulaciones humanas como los hombros y las rodillas se mueven entre sí todo el día, todos los días. Para proteger del desgaste mecánico, un lubricante reduce la fricción entre el cartílago y la articulación.
Proteger de los animales
Los animales, organismos que van desde microscópicos hasta más grandes que un autobús, encarnan una amplia variedad de daños a los sistemas vivos, incluidos otros animales. Amenazan a través de la depredación, la herbivoría, la defensa, y el parasitismo y competen por recursos como el agua, los nutrientes y el espacio. Cualquier organismo vivo comúnmente enfrenta amenazas de una variedad de animales, lo que requiere estrategias que se defiendan de manera efectiva de cada uno. La trucha y otros peces óseos, por ejemplo, escapan de los depredadores al tener escamas hechas de huesos muy delgados, en forma de escamas, cubiertos con una mucosidad resbaladiza. También tienen estrategias de comportamiento como camuflaje, natación rápida y giros y vueltas para lograr liberarse de las garras de un depredador.