La piel de un pez puercoespín protege de los depredadores a través de espinas incrustadas que se erigen cuando el pez se infla con sorbos de agua.

“Otra idea de empaque receptivo proviene del pez puercoespín. Sus espinas están incrustadas en la piel y se erigen solo cuando el pez se ve amenazado. Para desencadenar la inflación, beben pequeños tragos de agua. Un paquete que comenzó a caer podría ser inducido a hincharse de la misma manera con aire, rebotando sobre las espinas cuando golpea el suelo”. (Informe no publicado del Gremio de Biomimética)

Última actualización 18 de agosto de 2016