Los pétalos de las flores atraen a los polinizadores proporcionando superficies antideslizantes a través de células epidérmicas cónicas.

“Aproximadamente el 80% de las angiospermas producen pétalos con células epidérmicas cónicas similares (Kay et al. 1981), y se han hecho numerosas sugerencias sobre su función. Estos incluyen las posibilidades de que mejoren el color de los pétalos, actúen como una señal táctil directa, aumenten la temperatura de la flor, influyan en la producción o liberación de aromas, o influyan en la humectabilidad de la superficie de la flor (Kay et al. 1981; Kevan y Lane 1985) .” (Dyer et al. 2007:46)

“La superficie de la planta es plana por defecto, y se cree que el desarrollo fuera de este valor predeterminado tiene alguna función de ventaja evolutiva. Aunque se han descrito las funciones de muchas células epidérmicas vegetales, no se ha descrito la función de las células epidérmicas cónicas, una característica definitoria de los pétalos en la mayoría de las flores polinizadas por insectos. La ubicación y la frecuencia de las células cónicas han llevado a especular que desempeñan un papel en la atracción de polinizadores animales. boca de dragón (Antirrino) Se ha demostrado que los mutantes que carecen de células cónicas son discriminados por los abejorros que se alimentan. Aquí investigamos hasta qué punto una diferencia en la estructura de la superficie de los pétalos influye en el comportamiento de los polinizadores a través de la discriminación basada en el tacto... Demostramos que los abejorros que se alimentan son capaces de discriminar entre diferentes superficies solo a través de señales táctiles. Encontramos que los abejorros usan señales de color para discriminar las flores que carecen de células cónicas, pero solo cuando las superficies de las flores se presentan en ángulos pronunciados, lo que dificulta su manipulación. Esta facilitación del manejo físico es una explicación probable de la prevalencia de células de pétalos epidérmicos cónicos en la mayoría de las plantas con flores”. (Whitney et al. 2009: 948)

Última actualización 18 de agosto de 2016