Detectar el sonido y otras vibraciones del entorno
Para los sistemas vivos, la detección del sonido y otras vibraciones es importante para comunicar y detectar las condiciones dentro de su entorno. Los sistemas vivos deben ubicar la fuente de una señal para poder moverse hacia ella (como cuando es comida o una pareja potencial) o alejarse de ella (como cuando es un depredador). Para provocar una respuesta adecuada, los sistemas vivos deben detectar estas señales, reconocer su amplitud o volumen (que a veces es muy bajo) y determinar su dirección. Los sistemas vivos deben estar sintonizados con las señales relevantes para ellos y ser capaces de distinguirlos de los sonidos irrelevantes para evitar gastar energía innecesaria. Por ejemplo, las orejas de los búhos están colocadas asimétricamente. Esto les permite detectar sonidos con mayor precisión, lo que les ayuda a localizar presas pequeñas por la noche y evitar desperdiciar energía persiguiendo sonidos irrelevantes.
Sentido de movimiento
Percibir el movimiento es importante para que un sistema vivo sienta dónde se encuentra en relación con un entorno en movimiento, lo cual es fundamental para localizar recursos o orientarse. Esto se aplica ya sea que el entorno en sí esté en movimiento (como el movimiento del agua proveniente de un pez cercano) o que el sistema vivo se mueva dentro de un entorno estacionario (como un pájaro que vuela por el aire). Debido a que el movimiento se amortigua con la distancia y el costo de perder esas señales de movimiento es alto, los sistemas vivos deben ser muy sensibles a estas señales. Por ejemplo, los grandes murciélagos marrones que vuelan rápido tienen pelos microscópicos, rígidos y abovedados en las membranas de sus alas que actúan como un conjunto de sensores para monitorear la velocidad del vuelo y las condiciones del flujo de aire.
Sentido Equilibrio/Orientación
Los sistemas vivos deben maniobrar, permanecer en posición, detectar diferencias de peso y encontrar dirección. Esto a menudo requiere más que señales visuales, por lo que los sistemas vivos tienen estrategias para detectar el equilibrio y la orientación a partir de señales tanto internas como externas. Una vez que se detecta el equilibrio o la orientación, los sistemas vivos deben hacer los ajustes necesarios para mantener la posición y la dirección. Por ejemplo, las babosas marinas utilizan mecanismos neuronales para detectarse y alinearse en ángulo con el eje magnético norte-sur de la Tierra.